Las maravillosas virtudes medicinales del Aguaribay

Las maravillosas virtudes medicinales del Aguaribay

Por Miguel Altamira - Especial CBA Mística

En la plaza del pueblo turístico de Capilla del Monte, vemos plantados varios ejemplares de aguaribays que datan de la época de la urbanización del Pueblo. A partir de la región noroeste  de nuestro país en la cual es nativo, se lo puede encontrar hacia lugares de clima templado y cálido.

En Perú era árbol sagrado para los Incas oriundo de los valles interandinos del centro del Perú, especialmente de las regiones áridas y semiáridas de la serranía esteparia y el bosque montano bajo.

Su nombre es Schinus molle, pero se lo conoce también como gualeguay, terebinto, árbol de la pimienta, molle, pimentero o pimiento rosa.

Es un árbol de porte mediano, aunque puede alcanzar los 20 metros. El tronco llega hasta un metro de diámetro o en el caso de los que tenemos en nuestro pueblo 1,50 m, con corteza áspera y rojiza. El follaje es persistente. Es una especie dioica, es decir, que los géneros masculino y femenino están en ejemplares separados, sus frutos y semillas casi esféricas, rojas al madurar, son muy decorativas y muy buscadas por los pájaros, que también ayudan a su difusión.

Por eso, en lugares que le son favorables, puede nacer espontáneamente. Se las suele usar como un sucedáneo de la pimienta, en embutidos y empanadas, por ser levemente picantes. La copa del árbol es amplia y densa, con ramas jóvenes colgantes, hojas de hasta 20 centímetros de largo compuestas por numerosas pares de folíolos agudos, color verde brillante que emiten un olor fuertemente aromático, lo que revela su condición de planta medicinal.

Usos y propiedades

Con los frutos se prepara una bebida similar a la chicha de maíz. Se estrujan con las manos en agua caliente los frutos maduros, luego se filtra el líquido que se deja fermentar durante 3 ó 4 días. Las virtudes medicinales usadas por los incas detallan el uso en infusiones para males de los riñones y vejiga. La resina fragante era empleada para cicatrizar heridas y úlceras, además servía para obturar muelas. Las hojas tiernas aliviaban afecciones hepáticas y cólicos estomacales.Los andinos mezclaban el zumo de las hojas con leche y lo aplicaban como colirio en las conjuntivitis. Los frutos cocidos servían como diuréticos.

Las hojas frescas se emplean en cataplasmas para ciáticas y dolores reumáticos. Las inflamaciones de los miembros inferiores se aliviaban con hojas frescas hervidas y las cenizas intervienen en la preparación de jabones y como cicatrizante, la infusión de sus hojas sirve para combatir el resfriado. Al cocer las hojas y la corteza de este árbol se obtiene un líquido de color amarillo intenso, que es utilizado como insumo para teñir diversos tejidos. Y la infusión de la corteza sola alivia los dolores menstruales ya que posee principios que licuan la sangre .Las ramas y frutos del aguaribay, al ser mezclados en agua, junto con las semillas de maíz, permiten la obtención de un abono.

En la época de los Incas se plantaron alrededor de todo el Cusco, y la resina que se obtenía de su tronco era utilizada para embalsamar cadáveres, así como para curar heridas, y tratar afecciones de los pulmones disolviendo en agua hirviente. Actualmente se estudian las propiedades antimicrobianas del aceite.En algunas poblaciones norteñas aconsejan para ahuyentar las malas ondas quemando  azúcar sobre una lata con brasas y tirando  sobre ellas un puñado de hojas verdes. También fue Usado por el ejército inca para combatir a sus enemigos hacían grandes fogatas y tiraban hojas verdes al fuego produciendo humo con efectos similares al gas pimienta claro está si el viento los acompañaba.